viernes, 7 de octubre de 2016

EN AFLICCIÓN? ORA

Estuve leyendo la historia de Ana al inicio del Primer Libro de Samuel y me resultó impresionante como en medio de la aflicción, toma la mejor decisión del momento, ORAR. Imagino que este consejo que daremos hoy será de mucha ayuda para alguien, que pasa por momentos difíciles y quizas pensará que no tiene alternativas. Hoy es bueno que sepa que la oración del justo puede mucho y no solo transforma situaciones, sino que agudiza los sentidos espirituales para lograr ver las cosas desde una nueva perspectiva. Si pasas por alguna situación debes saber que Dios tiene propósitos que te serán mostrados en medio de esa comunicación, por medio de la oración.

Un diccionario teológico dice que la oración es tanto un privilegio como un deber cristiano, a través de la cual, mediante la intercesión del Espíritu Santo (Rom. 8:26) nos comunicamos con Dios. Es la forma en que presentamos nuestra confesión (1 Juan 1:9), pedidos (1 Tim. 2:1-3), intercesiones (Sant. 5:15), acciones de gracias (Fil. 4:6), etc., a nuestro santo Dios. Se nos manda orar (1 Tes. 5:17). 
Algunos requisitos personales para la oración son un corazón puro (Salmo 66:18), fe en Cristo (Juan 14:13), y orar conforme a la voluntad de Dios (1 Juan 5:14). Podemos orar de pie (Neh. 9:5), de rodillas (Esd. 9:5), sentados (1 Crón. 17:16-27), inclinados (Exo. 34:8), y con las manos (1 Tim. 2:8). 

Dios les bendiga,

@Letras_bendic

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