Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra.
Salmos 2:7-8 RVR1960
http://bible.com/149/psa.2.7-8.RVR1960
No cabe dudas con estos versos sobre la paternidad de Dios. Somos sus hijos y como hijos herederos y derechos filiales, es por lo que tenemos accesos especiales. Cuando el salmista publica el decreto, abre un marco de cumplimiento fiel y real en los destinatarios de ese documento legal, sus hijos. Da a conocer a los hijos los derechos que tienen y lo que pueden hacer en relación a su padre.
Como hijo, puedes pedir al Padre. Esto es importante que lo tengas presente, que cuando necesites algo de Dios Padre, puedes pedir, porque Él te dará. Lo cierto es que hay que actuar y ejercer como hijos, significa que debemos estar bien cerca de Él. El hijo vive con su padre, obedece a su padre, atiende a su padre, y al pedir es escuchado por su padre. "Pídeme..." es el decreto de Dios, publicado por el salmista.
Herencia y posesión. Hemos sido llamados a heredar, entendamos la herencia como el acto jurídico mediante el cual una persona que fallece transmite sus bienes, derechos y obligaciones a otra u otras personas. Hay otro tipo de herencia, la cual es genética, entendida como el proceso por el cual se transmiten, de generación en generación, las características fisiológicas, morfológicas y bioquímicas de los seres vivos. Pero en el caso que nos ocupa habla de una herencia de naciones, lo que me pone a pensar en una trasmisión de bienes, pero que en este aspecto no requiere la muerte del dueño del bien, sino más bien la petición del heredero o hijo. Es decir, yo pido y recibo herencia, derechos y obligaciones. Para ser más claro, la herencia conlleva obligaciones también y para esto debemos estar preparados.
Posesión, por lo que tenemos que ejercer control de algo que nos confiere la herencia. En cuanto la herencia ejercemos poder sobre los bienes conferidos, tenemos control y practicamos autoridad. Para esto debemos estar enteramente preparados, porque es algo de mucha importancia. Es el Espíritu Santo que nos capacita y por ende es por medio de Él que recibimos entrenamiento.
Dicho esto, ejerce tu vida como hijo de Dios en todos los aspectos.
Dios te bendiga,
@Letras_bendic
Pastor Alberto Petit
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