lunes, 19 de septiembre de 2016

ACTUANDO BAJO BUENOS CONSEJOS

Siempre en cada momento de nuestras vidas requerimos de buenos consejos. Quien de nosotros no necesitó o aún todavía requiere el consejo de un padre, de alguien mayor o incluso de personas con mayores experiencias que nosotros en algún tema específico. Siempre es necesario el buen consejo.

Hay buenos y malos consejos, depende de quien es la fuente de este consejo y cuales sean las motivaciones para darlos. Debemos estar completamente claros en quien es la fuente, para evitar situaciones que luego vamos a lamentar. Lo cierto es que la principal fuente de buenos consejos es la Biblia, siendo la columna vertebral de los consejos de éxito; es un manual de triunfos y nos ayuda a entender el momento, sus causas, alternativas de solución de cualquier problema. Aquellos consejeros que ven la Biblia como su manual, son propensos a dar las mejores opiniones a la hora de algún conflicto. “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. (Santiago 1:5) Es precisamente en estos momentos de dudas, de falta de buenas ideas, cuando le pedimos a Dios-Consejero y seguro encontraremos salida a nuestras tribulaciones; dicen las Sagradas Escrituras, que la sabiduría viene abundantemente y sin reproche. Dios siempre estará para ayudarnos.

Recordemos, que la sabiduría habita en la cordura y halla ciencia en los consejos (Proverbios 8:12), no es cuestión de consulta solamente, porque si queremos lo mejor debemos hacerlo con sabiduría divina. Se trata de ir a la fuente de la sabiduría que es Dios, del cual procede el buen consejo. Por eso, “Atended el consejo, y sed sabios, Y no lo menospreciéis” (Proverbios 8:33), veremos grandes cosas con los consejos de Dios. Actuemos bajo buenos consejos.

Dios les bendiga,


@Letras_bendic

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