“Cuanto más del cielo haya en nosotros, menos de la tierra
codiciaremos” — Charles Spurgeon.
Nuestra vida debe ser una de esas de constantes renuncias a
los deseos de la carne y las aspiraciones meramente materiales. Nuestra vida
debe estar dirigida por el espíritu y no por la carne, aunque seamos realistas
y conscientes que la lucha es diaria. No es que creamos alcanzarlo todo, se
trata de un permanente reconocimiento de nuestra condición humana, pero con
aspiraciones de agradar a Dios y mejorar nuestras actitudes y conductas
pecaminosas. Por eso siempre aconsejo el no juzgar a otros, no mirar la vida
cristiana como una religión, sino más bien entenderla como un estilo de vida.
En este estilo de vida vamos adquiriendo otras características
en nuestra personalidad, iluminados por la Palabra de Dios, que antes no teníamos
y no pensábamos tener. Ahora no soy yo, es Cristo quien vive en mi. (Gal 2:20) Cada
vez que decimos “Venga a nosotros tu reino…”, (Mt 6:20) estamos diciendo a
Dios, ayudanos a estar cerca de ti, a transformar nuestras vidas en función de
tu reino. Por esto me gusto el pensamiento de Spurgeon que cite al inicio de
esta reflexión. Hagamos que haya mucho del cielo en nuestras vidas y no
estaremos codiciando las cosas de este mundo.
Vivamos una vida plena y estemos más unidos a nuestros
Dios.
Dios te bendiga,
@Letras_Bendic
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