"Esto, pues, determiné para conmigo, no ir otra vez a vosotros con tristeza. Porque si yo os contristo, ¿quién será luego el que me alegre, sino aquel a quien yo contristé?" (2 Corintios 2:1-2) Sabio consejo de la Palabra para evitar contaminar nuestro entorno con tristezas y angustias. Requerimos un lugar sano para aliviar las contrariedades de que somos objeto en ocasiones, y para eso necesitamos cuidar muy bien la salud emocional de quienes están a nuestro alrededor, es por eso que debemos tener control de nuestros sentimientos. Imagine por un momento una persona que así mismo como piensa habla, en un momento de ira habla todo lo que le viene a la cabeza, ofende con palabras y señala en todo; a la hora que vuelva en sí es muy difícil recoger todo lo que dijo. Por eso debemos ser tardo para hablar, señalar menos y cuidar la higiene mental de nuestros semejantes.
Los que seguimos a Cristo debemos practicar el sentido del gozo del Señor en nuestras vidas. El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos, dice Proverbios 17:22. Esto aplicado a nuestras vidas significa que la alegría en el Señor es la solución a muchos de nuestros problemas, pero en ocasiones no nos damos cuenta. Quizás estás pasando por situaciones difíciles y no te has dado cuenta que solamente con el gozo del Señor te fortaleces y vences en medio de las pruebas. Es hora de hermosear el rostro con un corazón alegre, sonreír ante los problemas y mirar las barreras que se presenten con optimismo. Dios te dará la victoria.
Paz de Dios,
@Letras_bendic
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