jueves, 15 de septiembre de 2016

DIOS TE TRANSFORMA CON FUEGO

Me llamó la atención hoy, cuando leí la Palabra de Dios en Proverbios 17:3, el cual dice: “El crisol para la plata, y la hornaza para el oro; pero Jehová prueba los corazones.  Un crisol de fundición es un recipiente que se usa para la producción de metal. Los crisoles están hechos de arcilla, aluminio, grafito y carburo de silicio. Son extremadamente resistentes al calor y no se derriten  bajo las mismas circunstancias que el metal que se intenta fundir. Es un instrumento resistente al calor, igual que el horno. La Palabra es esta parte coloca el crisol y el horno como instrumentos para fundir la plata y el oro, los cuales deben ser fundidos, lo que implica calentar y reducir la mena mineral para obtener un metal puro. Aquel agente reductor es el carbono (o el monóxido de carbono generado a partir de él) saca el oxígeno de la mena de los óxidos (o el azufre, carbonato, etc... en los demás minerales), dejando el metal en su forma elemental. Tremendo proceso verdad?.

Bueno, que tal si les digo que nosotros necesitamos crisol u horno, quizás con las mismas funciones. Nuestro horno es Dios Jehová, quien con su poder calienta y reduce la mena mineral de nuestras vidas, para convertirnos en metal puro, precioso y especial. “Pero Jehová prueba los corazones”, así nos dice el señor en su Santa Palabra, dándonos a conocer que es en Él como obtenemos lo mejor de nosotros. En Dios somos convertidos en mejores personas. Quizás lleguemos a Dios llenos de tantas cosas, pero en el contacto del fuego de Dios es como nos transformamos en luz en medio de la oscuridad, instrumentos en sus manos.

Jehová es nuestro horno. El fuego será potente, el proceso dolerá un poco, vendrán momentos duros, pero al final saldremos transformados. Déjate tocar por Dios y verás los resultados.

Dios te bendiga


@Letras_bendic

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